
Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo papa de la Iglesia Católica. El norteamericano -con pasado misionero en Perú- se hará llamar León XIV. El anuncio generó un estallido de júbilo entre los miles de presentes en la Plaza San Pedro del Vaticano, donde se esperó con expectativa el anuncio de quien sucedería al último Pontífice, Francisco, el argentino Jorge Bergoglio.
Hoy 8 de mayo, a las 18:07 horas (hora de Roma), el humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal de que el Colegio de Cardenales ha elegido a un nuevo papa. De los 133 cardenales reunidos en el Vaticano desde el 7 de mayo, El Cardenal Robert Prevost, de 69 años, ha sido elegido como el 267º líder de la Iglesia Católica.
Prevost era -tras la muerte de Francisco-, el prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina desde enero de 2023.
Finalmente, la fumata blanca se había hecho presente en el Vaticano este jueves de la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina, señal que los 133 cardenales encerrados en su interior habían logrado escoger al sucesor del papa Francisco en el segundo día del cónclave.
Los 1.400 millones de católicos del mundo deberán esperar ahora el inminente anuncio “Habemus papam” desde el balcón de la basílica vaticana de San Pedro y la aparición del 267º pontífice de la Iglesia católica.
Con el inicio de las votaciones de la tarde, los fieles comenzaron a regresar a la Plaza de San Pedro, reanudando la vigilia con renovada expectativa. A pesar de la segunda fumata negra emitida por la mañana, muchos manifestaron su deseo de presenciar en directo un posible desenlace en las rondas vespertinas del cónclave.
La plaza, que horas antes había quedado parcialmente vacía, empezó a llenarse nuevamente con peregrinos, turistas y ciudadanos romanos atentos a cada movimiento dentro del Vaticano.
Algunos grupos que se habían retirado tras la señal de la mañana retornaron con termos de café, banderas y pancartas, mientras otros llegaban por primera vez en el día, como parte de excursiones organizadas. El ambiente en la plaza oscilaba entre la calma y la expectativa, con miradas fijas en la chimenea de la Capilla Sixtina y conversaciones sobre los posibles candidatos al papado.
Tercer Papa elegido en mayo
En la extensa historia de la Iglesia Católica, solo dos Papas habían sido elegidos durante el mes de mayo, un hecho poco frecuente en los registros de los cónclaves.
El primero fue en 1342, durante el periodo conocido como el cautiverio de Aviñón. El cónclave se inauguró el 5 de mayo en la residencia papal de Provenza, y tras solo dos días de deliberaciones, el cardenal Pierre Roger fue elegido Sumo Pontífice, adoptando el nombre de Clemente VI.
Su pontificado, que se extendió hasta 1352, se caracterizó por un fuerte impulso cultural, una política internacional activa y la adquisición de la ciudad de Aviñón, que pasó a ser propiedad de la Santa Sede.
El segundo caso ocurrió en 1605, cuando el cónclave se inició el 8 de mayo. Tras veintisiete votaciones, el cardenal Camillo Borghese fue elegido Papa bajo el nombre de Pablo V.
Su gobierno eclesiástico, entre 1605 y 1621, marcó un periodo de afirmación del poder temporal y espiritual de la Iglesia, en plena época de la Contrarreforma.
Nuevo papa elegido un 8 de mayo
La elección papal ha coincidido con un día profundamente significativo para la Iglesia: el 8 de mayo se celebra la festividad de la Virgen de Luján —patrona de la Argentina y de quien el Papa Francisco era muy devoto, llegando a pedirle públicamente protección para su pueblo en al menos dos ocasiones—. También se conmemora la aparición de San Miguel Arcángel, figura clave en la lucha espiritual contra el mal, y la memoria litúrgica de San Bonifacio, papa y mártir.